Preparémonos para esta primavera
Según la Medicina China-Neijing, en primavera se aconseja ir a la cama pronto y levantarse pronto a pasear para absorber el fresco de la mañana. También es adecuado hacer ejercicio con más frecuencia y utilizar ropa cómoda. Es una buena estación para estirar los tendones y los músculos.
La ancestral sabiduría oriental atribuye a la energía de la primavera el elemento madera dado que en esta época la naturaleza despunta, brota y germina. Las plantas, personas y humanos están en actividad y movimiento gracias al aumento de temperatura.
Este movimiento exterior también emerge en nuestro interior y está muy ligado a nuestro hígado y vesícula biliar, dos órganos que, según la medicina china y la macrobiótica representan la primavera en nuestro cuerpo.
Según la medicina tradicional china el meridiano del hígado y la vesícula biliar fluye por toda la parte derecha del cuerpo subiendo desde la pierna. Este flujo se detiene o colapsa si no hemos eliminado toxinas, grasas o energía del invierno manifestándose en las personas por medio de un carácter agrio, irritable, irascible, frustrado, desconfiado. Por ello, la primavera en todas las culturas es conocida como una época de depuración.
Esta depuración demasiado a menudo es entendida como una época de ayuno, dietas extremas que en un principio generan bienestar aparente, pero que a la larga tienen el efecto contrario. Así pues, lo más adecuado es hacer una depuración de forma orgánica, no drástica. Ayudar a nuestros órganos a depurar para sintonizarnos con la naturaleza puede ser sencillo y positivo.
Consejos para mantener el hígado y la vesícula en buen estado:
1. Evita comer en exceso sobre todo alimentos con grasas saturadas, cárnicos, aves, huevos o lácteos.
2. Evita los azúcares simples, incluso la miel, la bollería, los zumos de naranja o las harinas refinadas.
3. Evita un consumo en exceso de sal especialmente si está refinada o con químicos y sustancias artificiales, alimentos deshidratados, enlatados o alcohol.
El hígado es un órgano tan importante que, en el libro de medicina clásico: El emperador amarillo, la gran referencia sobre filosofía y medicina oriental, se comparaba al hígado en sentido figurado con un general, siendo este el segundo al mando junto con el primero, el corazón.
Para nutrir el hígado y la vesícula elige comer alimentos con la energía emergente que enfríen ligeramente, el hígado tiene una temperatura un poco más elevada que el resto de los órganos. Hemos visto que las emociones van muy ligadas a esta estación y a los órganos que se le asocian, por ejemplo la histeria es otra de estas emociones asociada a un desequilibrio primaveral y del hígado y antiguamente se recomendaba tomar una pequeña cucharilla de vinagre, este tiene un sabor ligeramente ácido que tiene la cualidad de enfriar y calmar tal episodio.
Ingredientes que nutren estos dos órganos en primavera:
• Las hojas verdes de nabo, de rábanos...
• Los brotes tiernos como los germinados, cebollitas o cebollinos, los ajos tiernos o guisantes.
• Verdura verde en general: alcachofa, apio, espárragos, la col china, la acelga, el pepino, las judías verdes.
• Si nos fijamos en los cereales, los que podemos integrar durante la primavera son: el bulgur, el cuscús, el trigo, la cebada, la avena en copos y en grano.
• En cuanto a las legumbres: lentejas.
• Los fermentos.
• Frutas como las ciruelas o el sabor ácido presente en el zumo de manzana, mandarina, o unas gotas de zumo de limón, los frutos rojos.
• El alga wakame.
Si conseguimos mantener una buena energía fluida a través del hígado y la vesícula experimentaremos unas emociones más positivas: paciencia, visión clara, entusiasmo, constancia, flexibilidad, alegría, generosidad, sensibilidad por las necesidades ajenas…
El hígado quiere descanso, por lo tanto, las cenas tarde, el estrés, la presión familiar o laboral, el exceso de calor, la ropa sintética, el uso prolongado de ordenadores y la TV, son también factores externos que afectan.
Para vivir la primavera de manera fluida:
• Mastica muy bien cada bocado hasta hacerlo papilla en la boca.
• Come menos cantidad.
• Cena pronto. Da prioridad a las cocciones cortas: el vapor, hervidos, salteados en agua, ensaladas, así como cereales más ligeros como bulgur, cuscús,
• Si ya tienes problemas hepáticos, un poco de ayuno te hará bien. Por ejemplo desayunar, comer y no cenar.
• Muchos de los problemas en el aparato reproductor femenino están relacionados con los órganos de energía madera: bailar, especialmente la danza del vientre ayuda a que el ki estancado fluya y se corrija o mejore esta disfunción.
• Caminar especialmente a primera hora de la mañana, si es posible descalzo sobre la yerba aún húmeda, nos conecta naturalmente con la infinita manifestación creativa de esta estación.
• Si ya tienes una disfunción te recomendamos comer en ayunas todos los días una ciruela de umeboshi.
• Preparar caldos con verduras de estación y condimentar con un poco de vinagre de umeboshi.
• Preparar kuzu con zumo de manzana.
• Tomar te verde con unas gotas de zumo de limón.
• Para relajar la tensión y el estrés que tanto dañan al hígado, practica la meditación y la contemplación. Ve a la orilla de la playa y contempla el horizonte hasta desenfocar la mirada. También puedes hacerlo en un lugar de naturaleza frondosa y darte un baño de bosque.
Ensalada de bulgur con salsa de ciruelas
Esta ensalada energética es relajante y reconstituyente para el hígado. Calma y reconforta y ayuda a descontraer los músculos. Ayuda a bajar la irritabilidad y a evacuar.
Ingredientes:
1 vaso de 250gr de bulgur
1 vaso y medio de agua
Una pizca de sal
30 g de semillas de sésamo negro
150 g de perejil
3 rábanos Una zanahoria
2 endivias
1 limón
Aceite de oliva
150 g de ciruelas pasas
Elaboración:
1. Remoja las ciruelas pasa durante 30 minutos en agua.
2. Lleva a hervir el agua y la pizca de sal.
3. Añade el bulgur, baja el fuego y tapa hasta que el cereal absorba toda el agua.
4. Destapa y cámbialo de recipiente para enfriarlo.
5. Corta el perejil muy fino y ralla el rábano y la zanahoria. Reserva con unas gotas de limón.
6. Tostar las semillas de sésamo y mezclar con el resto de los ingredientes.
7. Añade aceite de oliva y zumo de limón.
8. Mezcla las endivias y sirve con la salsa de ciruelas.
9. Tritura las ciruelas para hacer la salsa si necesitas que sea más líquida puedes añadir un poco de agua del remojo.
¿Listo para la primavera?
Artículo escrito por Patricia Restrepo, directora del Instituto de Macrobiótica de España y consultora macrobiótica.